Dragones
Dragones. Imagen de Michael Gauss
Los dragones son inmensos reptiles alados pertenecientes a una de las razas más antiguas que existen en la mitología.
Son conocidos por su enorme figura, de unos treinta metros, y por sus cualidades mágicas.
Los dragones se pueden clasificar según el color de sus escamas. Dentro de cada especie de dragón hay categorías que se basan en la edad. El poder de un dragón va en aumento con los años, de manera que los dragones adultos son, posiblemente, las criaturas más poderosas dentro del mundo mitológico.
Son seres independientes que rara vez viven en comunidad. Prefieren tener su propia guarida, generalmente una cueva grande, donde guardar sus pertenencias y preciados tesoros. Para un dragón, su tesoro es algo muy valioso; hace su cama con montañas de joyas y monedas y se deleita mirándolas.
El valle de los dragones. Imagen de Kerem Beyit
Su piel es escamosa y con los años se va haciendo más dura. Además, suele tener gemas engarzadas entre las escamas que desvían las flechas. Por esta razón, se piensa que los dragones adultos son inmunes a los proyectiles.
La inteligencia de un dragón es variable, puede ir desde la de un astuto animal hasta la de un ser inteligente como pocos. Independiente de su inteligencia, un dragón es un ser con los sentidos muy agudos, por lo que puede detectar incluso a seres invisibles. Además, un dragón tiene clariaudiencia natural en su guarida y escucha hasta el mínimo sonido dentro de ella.
Los dragones se caracterizan por su ataque a través del aliento. Cada dragón, dependiendo de sus características, atacará con un aliento distinto, ya sea fuego, ácido, un cono de hielo, gas, rayo eléctrico, etc. También ataca con las garras, con los enormes colmillos, pateando, azotando con las alas y con golpes de cola.
Smaug. Imagen de Gaius Duke
El vuelo del dragón es muy ágil a pesar de su gran tamaño. Es característico su vuelo en rizo, al igual que el circular, para lanzarse después en picado.
Un dragón es un ser mágico que tiene capacidad de lanzar conjuros. Estos conjuros son adquiridos durante los años, de ahí que un dragón adulto sea más poderoso mágicamente que uno joven. Los conjuros los lanzan innatamente, sin necesidad de libros ni objetos mágicos.
Durante los años se han definido dos grupos principales entre los dragones; los buenos y los malvados. Normalmente, no interactúan entre ellos ya que estas dos subespecies llevan separadas muchísimos años.
DRAGONES BENÉVOLOS
DRAGÓN DORADO
Dragón dorado. Imagen de Edli Akolli
El dragón dorado es un ser muy poderoso, sabio y de buen corazón que odia las injusticias.
Nos encontramos, posiblemente, ante uno de los seres fantásticos más inteligentes y astutos. Su intelecto es muy superior al de los humanos y pocos seres cuentan con sus habilidades.
Estos dragones pueden llegar a medir hasta 50 metros y poseen unas escamas con motas de color metálico que, con el paso de los años, se vuelven totalmente doradas.
Tienen la capacidad de respirar agua y de polimorfizarse y, además, pueden lanzar conjuros para detectar mentiras, así como traer suerte y bendecir. Su aliento puede ser un cono de fuego o una nube de cloro venenosa.
El hábitat de estos dragones es muy amplio y pueden sobrevivir en cualquier clima. Sus guaridas están aisladas y hechas de piedras y roca. También pueden vivir en castillos custodiados por
gigantes de las tormentas. Estos
gigantes y los dragones dorados se ayudan mutuamente.
DRAGÓN PLATEADO
Dragón plateado. Imagen de Sandara
Los majestuosos dragones plateados son, junto con los dorados, los dragones más benevolentes.
Estos seres son muy amistosos y colaboradores, no suelen ser violentos y evitan el combate en la medida de lo posible. Tienen unas escamas plateadas y muy flexibles que le dan un aspecto metálico. Este tono plateado lo hace casi imperceptible entre las nubes, lo cual es una gran ventaja en combates aéreos.
Su poderoso aliento puede ser un cono de frío o una nube de gas paralizante. Pero un dragón plateado posee, además, la capacidad de lanzar conjuros para caminar por las nubes, crear muros de hielo, controlar el clima e invertir la gravedad (si Newton levantase la cabeza…). Éste último lo suele usar para lanzar a los enemigos al aire.
Habitan en montañas altas, por lo que comparte entorno con los dragones rojos, de los que son enemigos naturales, aunque también pueden formar sus guaridas entre las nubes.
DRAGÓN BRONCÍNEO
Dragón broncíneo. Imagen de Svetlin Velinov
Este dragón posee unas preciosas escamas muy brillantes, de color bronce, y su tamaño es más que considerable.
Habitan en climas tropicales y lugares de mucha humedad, como los lagos.
Son amistosos con los humanos y semihumanos, y les gusta observarlos en su rutina. Para ello, se transforman en un animal pequeño, ya que tienen la capacidad de polimorfizarse.
Su aliento tiene dos formas; la de rayo eléctrico y la de nube de gas de repulsión. Además, los dragones broncíneos pueden lanzar conjuros para crear muros de niebla y controlar el clima.
Aunque sus guaridas son secas, están situadas cerca de pequeños mares, lagos y ríos. Son excelentes nadadores y les encanta bucear para buscar perlas y tesoros. Se muestran amistosos con otros seres marinos como
sirenas, delfines y
elfos de mar, aunque no lo son tanto con los piratas. De hecho, los dragones broncíneos destrozan barcos piratas en cuanto tienen oportunidad.
DRAGÓN OCRE
Dragón ocre. Imagen de Liu Dongzi
Estos dragones son propios de climas muy cálidos, como desiertos y llanuras, y son inmunes al calor y al fuego.
Sus escamas son de un color ocre oscuro durante su juventud y con los años se hacen más claras hasta que llegan a ser del mismo color que la arena del desierto. Son bastante más pequeños que los dragones dorados, pero su tamaño es también considerable.
Su aliento puede ser un cono de gas de sueño o una nube de calor. El calor es tan fuerte que puede ser ampollante. Sus conjuros son capaces de crear o destruir agua, controlar la temperatura, controlar los vientos e, incluso, invocar a un
djinn.
Son sociables con otros dragones ocres vecinos y con las
esfinges, sin embargo, son enemigos naturales de los dragones azules, con los que comparten el desierto.
DRAGÓN COBRIZO
Dragón cobrizo. Imagen de Alejandro Mirabal
Los dragones cobrizos tienen escamas de un tono rojo-anaranjado y metalizado, aunque con los años se van volviendo algo verdosas. Tienen un tamaño grande y una inteligencia bien desarrollada.
Estos dragones destacan por su especial sentido del humor. Cuentan chistes constantemente y les encanta escuchar nuevos acertijos.
Durante un combate saltan de un lado a otro y cuentan chistes para desconcertar al enemigo y que actúe con nerviosismo. Al saltar, les gusta hacerlo en superficies irregulares e inaccesibles, por eso buscan rocas puntiagudas y, si no las encuentran, pueden lanzar un conjuro para mover piedras.
Su aliento puede ser un rayo eléctrico, una nube de gas de lentitud o una bocanada de ácido. Los conjuros que utilizan les permiten neutralizar venenos y crear muros de piedra.
El hábitat de estos dragones está entre montañas y colinas. Comparten este espacio con los dragones rojos, con los que se llevan especialmente mal por esta circunstancia.
DRAGONES MALVADOS
DRAGÓN ROJO
Dragón rojo. Imagen de Paul Scott Canavan
Los dragones rojos poseen una inteligencia excepcional y un tamaño gigantesco. Ambas cualidades los convierten en unos peligrosos enemigos que, además, son inmunes al fuego.
Son típicos de las colinas y las montañas. Sus escamas son rojizas y con el tiempo se hacen duras como si fuesen de metal. Son muy avariciosos y se desviven para incrementar su tesoro.
Suelen vigilar desde lo alto de montañas lo que consideran como su territorio, aunque este territorio es, a veces, compartido con los dragones cobrizos y plateados. Pero sus enemigos naturales son los dragones dorados, a los que consideran su único rival.
Se sienten superiores a casi todos los dragones y al resto de seres, por lo que nunca se plantean si el enemigo es considerable o no. Su arma de ataque es el aliento de fuego, aunque evitan usarlo si el enemigo es insignificante. Pueden lanzar los conjuros para crear pirotecnias, hipnotizar y sugestionar.
DRAGÓN NEGRO
Dragón negro. Imagen de Aaron Florento
Un dragón negro es un ser de gran tamaño y bastante astuto.
A estos dragones se les encuentra en entornos cálidos y húmedos como los pantanos. Tienen escamas negras y brillantes, por eso les gusta salir a volar por la noche, cuando pasan desapercibidos.
Tienen la capacidad innata de respirar agua, por lo que se suelen esconder en pantanos a la espera de una buena emboscada.
Pueden escupir ácido (al que son inmunes) como método de ataque, y son capaces de lanzar conjuros para corromper el agua, hechizar a reptiles y producir un crecimiento vegetal en la zona donde se encuentran.
Sus guaridas están en cuevas húmedas y cavernas subterráneas. Allí les encanta acumular monedas.
DRAGÓN AZUL
Dragón azul. Imagen de Anne Stokes
Estos dragones de escamas azules son característicos de climas áridos y desérticos.
La tonalidad de sus escamas se funde con la del cielo, lo que les da ventaja durante un combate en el aire. Son enemigos naturales de los dragones ocre, que también habitan en los desiertos.
Tienen un gran tamaño y una inteligencia bastante alta, son muy feroces y defensores de su territorio. El desierto les permite vigilar con claridad su entorno, ya que apenas hay obstáculos.
Son amantes de los tesoros pero, sobre todo, de los zafiros. Los suelen depositar en las cuevas subterráneas donde habitan.
Tienen capacidad para lanzar conjuros muy interesantes para controlar los vientos, crear agua, crear un terreno alucinatorio e incluso crear un demonio de polvo.
Su aliento es un golpe de rayo eléctrico con anchura de 1,5 metros y 30 metros de largo. Suele atacar a distancia, para poder mandar sus rayos y que el enemigo no pueda actuar contra él. Los dragones azules presentan inmunidad a la electricidad.
DRAGÓN VERDE
Dragón verde. Imagen de Mike Azevedo
Los dragones verdes, o dragones de los bosques, son seres de un tamaño bastante aceptable que suelen habitar en zonas con abundante vegetación.
Sus escamas son negras en el momento de la eclosión pero, con los años, se vuelven de un precioso verde esmeralda, quedando el dragón totalmente camuflado entre los árboles.
Les encanta jugar a perseguir a su presa, son crueles y buscan siempre la agonía de sus víctimas. Su aliento emana una nube de cloro venenoso. Lanzan conjuros para respirar en el agua, provocar enormes crecimientos vegetales y sugestionar a sus víctimas o enemigos.
Sus enemigos naturales son los gigantes de las colinas.
DRAGÓN BLANCO
Dragón blanco. Imagen de Cindy Avelino
Los dragones blancos habitan en las llanuras, montañas y en climas árticos.
Sus escamas blancas hacen que estos dragones sean casi imperceptibles en la nieve.
Estos seres tienen una inteligencia baja y su tamaño es de los más pequeños dentro de los dragones pero, aun así, son unos excelentes cazadores. Para sus ataques usan el aliento de cono helado, capaz de congelar todo lo que se ponga a su alcance. También luchan cuerpo a cuerpo.
Pueden lanzar conjuros para caminar por el hielo, crear una niebla helada y muros de hielo. Son inmunes al frío.
Sus guaridas se encuentran en cuevas heladas y subterráneas. Allí vigilan sus tesoros, entre los que suele haber bastantes ejemplares de su piedra favorita; el diamante.